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Mareos y Vértigo

Mareos y Vértigo

Una de las consultas que frecuentemente tenemos en nuestros consultorios otorrinolaringológicos, es la de pacientes que presentan algún tipo de inestabilidad o alteración en su equilibrio.
Estos síntomas se caracterizan por generar angustia en las personas que lo padecen ya que los hace sentir indefensos e imposibilitados de realizar sus actividades cotidianas o, en otras ocasiones, suponer que padecen enfermedades neurológicas graves

Mareos y Vértigo
Mareos y Vértigo

El término “mareo” se genera en de la sensación que se produce al viajar en barco: el llamado “mal de mar”, mientras que vértigo proviene del vocablo “verteré” en alusión a la sensación de caída, o de movimiento del espacio sobre nosotros o de nosotros sobre el espacio.
La especial sensación que se produce, en algunas personas, al mirar hacia abajo desde la altura, es conocida como “mal de altura”.
Otra sensación particular, es aquella que se genera fundamentalmente en los niños, al viajar en colectivo o auto, sobre todo sentados en el asiento trasero, llegando frecuentemente al vómito, conocida como “cinetosis” y que suele desaparecer luego de la adolescencia. El equilibrio esta gobernado por el sistema nervioso central, (llámese cerebro), pero éste no actúa directamente, sino a través del cerebelo, ubicado en la parte posterior e inferior del cráneo, por ello el equilibrio es en la mayoría de las ocasiones algo inconciente. Cuando tomamos conciencia, quiere decir que esta actuando la corteza cerebral. Por ejemplo, cuando tropezamos, automáticamente intentamos corregir la postura y pensamos que movimientos realizar para no lastimarnos; pero cuando caminamos normalmente, no lo hacemos pensando en cómo está ubicado nuestro cuerpo con respecto al piso.
El cerebelo, para lograr su cometido, necesita de colaboradores que le informen, permanentemente, sobre la situación y posición de nuestro cuerpo con respecto al espacio. Estos colaboradores son:

  • La visión: ella nos permite orientarnos, al ubicar el horizonte, y saber nuestra posición en relación a él.
  • La propiocepcion o sensibilidad profunda: ubicada principalmente en los miembros inferiores, nos permite saber, si lo que pisamos es duro o blando, por ejemplo si estamos pisando el pavimento o el césped.
  • Los oídos: a través de un sistema de líquidos ubicados en el interior del oído interno, nos informan sobre la posición de nuestra cabeza en relación a nuestro cuerpo y con respecto al espacio.

El oído se divide en 3 partes anatómicas, el oído externo, medio e interno. El oído interno o también llamado laberinto, (por las numerosas vueltas del mismo), se divide en 2 partes, el laberinto anterior o caracol, que sirve para percibir los sonidos y el laberinto posterior, para percibir los movimientos de la cabeza en el espacio.

El vértigo es el síntoma que se asocia más frecuentemente a las alteraciones del equilibrio originadas en el oído. Como explicamos previamente, el paciente puede tener la sensación de que los objetos o la habitación giran a su alrededor, o que el gira alrededor de ellos, también puede tener la sensación de que los objetos se mueven.

Esta sensación puede aparecer sin previo aviso o posteriormente a la perdida de la audición o a la aparición de acúfenos, pueden durar desde segundos hasta días, (dato que ayuda en el diagnóstico etiológico).Es importante que el paciente no intente movilizarse, pues puede agravar el cuadro o motivar una caída con peores consecuencias; muchas veces permanecer en un ambiente oscuro puede ayudar a calmar la sintomatología hasta que se consulte con el médico. Pueden asociarse náuseas, vómitos, sudoración, palidez, o alteraciones en el ritmo cardiaco o intestinal. La consulta médica se efectuara con un neurólogo o un otorrinolaringólogo especializado en problemas vestibulares (otoneurólogo). De no tener acceso a alguno de ellos en lo inmediato, consulte con su clínico, el cual lo orientara en los pasos a seguir.

¿Pueden las alteraciones en la columna cervical, ocasionar vértigo?

Los cuadros vertiginosos puros originados en la columna cervical son poco frecuentes. Existen por lo general pacientes con afecciones cervicales previas, a los cuales se les asocia el cuadro vertiginoso.

Es habitual que un paciente con vértigo o con algún tipo de mareo, se presente a la consulta, con contracturas de los músculos cervicales, suponiendo que ellas son las generadoras del mareo. En estos casos, debemos recordar, que en muchas oportunidades, es el mareo, el que genera contracturas como producto de la angustia y el temor a caerse. El diagnóstico y tratamiento, en la mayoría de los casos, pueden realizarse en el consultorio. Un porcentaje menor pueden requerir intención.

Diagnostico

Además de la confección de una cuidadosa historia clínica y completo examen físico, se efectuaran, una serie de maniobras específicas, direccionadas a detectar alteraciones originadas en el oído o en el sistema nervioso central, Pueden ser necesarios exámenes complementarios tales como: pruebas audiométricas, exámenes de laboratorio, resonancia nuclear magnética y videonistagmografia
La videonistagmografía es una prueba que consiste en observar con lentes especiales el movimiento de los ojos luego de estimular cada oído por separado , irrigando el conducto auditivo con agua caliente y luego fría, 7° por encima y por debajo de la temperatura corporal(37 grados)

Vértigo paroxístico Benigno (VPP)

Una de los cuadros vertiginosos más frecuentes, es conocida como “vértigo paroxístico”. Se caracteriza por episodios de vértigo, de corta duración (2 o 3 minutos), desencadenados con los cambios de posición.
Es habitual que el paciente se despierte, al girar en la cama, durante la madrugada o que los padezca, cada vez que se acuesta o se levanta. Su diagnóstico y tratamiento es a través de maniobras especificas, que pueden efectuarse en el mismo momento de la consulta. No existe ninguna medicación que trate este problema.

Al momento de concurrir a la consulta es conveniente hacerlo sin haber ingerido alimento alguno, puesto que el examen puede desencadenar episodios de nauseas o vómitos, que ceden en minutos.